Información general y concienciación

¿Qué es el gas radón?

El radón es un gas radiactivo incoloro, inodoro e insípido que se produce por la desintegración natural del uranio presente en suelos y rocas. Es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco.

Este gas se libera del suelo y puede acumularse en espacios cerrados como viviendas, escuelas y lugares de trabajo.

  • Formación: El radón se genera cuando el uranio, que se encuentra de manera natural en el suelo y las rocas, se desintegra radiactivamente. Este proceso también puede ocurrir en materiales de construcción que contienen uranio.
  • Propiedades: Al ser un gas noble, el radón es químicamente inerte, lo que significa que no reacciona fácilmente con otros elementos. Sin embargo, su radiactividad lo hace peligroso para la salud.

¿Cómo afecta a la salud?

La exposición prolongada al radón puede tener consecuencias graves para la salud, incluyendo un mayor riesgo de cáncer de pulmón. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo identifica como un factor de riesgo significativo, especialmente en no fumadores.

El radón es un gas radiactivo que, al inhalarse, puede dañar las células que recubren las vías respiratorias y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Este riesgo es mayor para los fumadores debido a los efectos sinérgicos del radón y el tabaco. 

La exposición prolongada a altas concentraciones de radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco.

Organización Mundial de la Salud (OMS)

La OMS reconoce al radón como una de las principales causas de cáncer de pulmón. Según sus estudios, la proporción de casos de cáncer de pulmón atribuibles al radón varía entre un 3% y un 14%, dependiendo de la concentración media de radón en cada país y la prevalencia del consumo de tabaco. 

La OMS recomienda la implementación de medidas para reducir la exposición al radón en interiores, como mejorar la ventilación y sellar grietas en los edificios.

Ministerio de Sanidad de España

El Ministerio de Sanidad de España ha desarrollado el Plan Nacional contra el Radón para reducir el riesgo de cáncer de pulmón atribuible a la exposición al radón en recintos cerrados.

Este plan incluye la implementación de medidas constructivas para prevenir la acumulación de radón en nuevas edificaciones y la mitigación en edificios existentes. Además, se ha establecido un nivel de referencia nacional para las concentraciones de radón en interiores, siguiendo las directrices de la Directiva 2013/59/EURATOM.

Comunidad de Madrid

En la Comunidad de Madrid, desde el 24 de septiembre de 2020, es obligatorio cumplir con las exigencias sobre concentraciones de gas radón3. La región ha clasificado sus municipios en función del potencial de radón y ha desarrollado guías para la protección contra este gas. Las mayores concentraciones de radón se encuentran en las plantas inferiores de los edificios, como sótanos y plantas bajas, debido a la densidad del gas y su capacidad para infiltrarse a través de grietas y juntas en los cimientos.

Presencia del radón en viviendas

El radón puede infiltrarse en las viviendas a través de grietas en los cimientos, juntas de construcción y otros puntos de entrada desde el suelo1. Las concentraciones más altas suelen encontrarse en sótanos y plantas bajas debido a la densidad del gas.

Factores que influyen en la presencia del gas radón

  1. Cantidad de uranio en el suelo:
    • La concentración de radón en una vivienda depende en gran medida de la cantidad de uranio presente en el suelo y las rocas del área1. Cuando el uranio se desintegra, produce radón, que puede liberarse al aire y entrar en las viviendas.
  2. Vías de entrada en las viviendas:
    • El radón puede infiltrarse en las viviendas a través de grietas en los cimientos, juntas de construcción, espacios alrededor de tuberías y otros puntos de entrada. Las viviendas con sótanos o construidas directamente sobre el suelo son especialmente vulnerables.
  3. Ventilación y estanqueidad:
    • La tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior de la vivienda también afecta la concentración de radón. Una buena ventilación puede ayudar a reducir los niveles de radón, mientras que una vivienda bien sellada puede atrapar el gas en su interior.

Mapa presencia gas radón en España

Mapa presencia gas radón Comunidad de Madrid

Propiedades físicas y químicas del radón

  1. Estado y apariencia:
    • Estado: Gaseoso a temperatura ambiente.
    • Color: Incoloro en estado gaseoso; se vuelve rojizo cuando se solidifica.
    • Olor y sabor: Inodoro e insípido.
  2. Propiedades atómicas:
    • Número atómico: 86.
    • Masa atómica: 222 u.
    • Configuración electrónica: [Xe] 4f14 5d10 6s2 6p6.
    • Isótopos: Tiene 35 isótopos, todos radiactivos.
  3. Propiedades Físicas:
    • Densidad: 9.73 kg/m³.
    • Punto de fusión: -71°C.
    • Punto de ebullición: -62°C.
    • Conductividad térmica: 0.00364 W/(m·K)
  1. Reactividad:
    • Inercia química: Como gas noble, el radón es químicamente inerte y no reacciona fácilmente con otros elementos.

Comportamiento en materiales:

  • Difusión: El radón puede difundirse fácilmente a través de materiales porosos como el suelo y ciertos materiales de construcción. Su capacidad de moverse a través de estos materiales depende de su densidad y estructura.
  • Solubilidad: Es soluble en agua, lo que permite que se desplace desde el suelo a través del agua subterránea y entre en los edificios.
  • Desintegración radiactiva: El radón se desintegra en una serie de productos de desintegración radiactiva, conocidos como progenie del radón, que también son radiactivos y pueden adherirse a partículas en el aire.

Impacto en materiales de construcción

  • Acumulación: En áreas mal ventiladas, como sótanos y espacios cerrados, el radón puede acumularse a niveles peligrosos debido a su densidad y la falta de circulación de aire.
  • Interacción con materiales: El radón puede penetrar en los edificios a través de grietas en los cimientos, juntas de construcción y otros puntos de entrada. Los materiales de construcción como el granito y ciertos tipos de hormigón pueden liberar radón debido a la presencia de uranio.

Medición y control

  • Monitoreo: Es crucial realizar mediciones regulares de los niveles de radón en interiores para garantizar que no superen los límites seguros establecidos por las normativas.
  • Mitigación: Las técnicas de mitigación incluyen mejorar la ventilación, sellar grietas y utilizar sistemas de depresión subterránea para reducir la entrada de radón en los edificios.

 

 

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